*«La verdadera improvisación sería la revolución» *

Pablo Cabeza


GARA 2014/11/26

KULTURA

Mattin
Músico experimental, improvisador, teórico...

Más de ochenta referencias respaldan la actividad de Mattin, músico
nacido en Bilbo, crecido en Getxo y residente en el mundo. Su
discografía y actividad le colocan en la cima de los músicos vascos con
mayor catálogo y densidad internacional. «Songbook 5» es su nuevo proyecto.




Mattin & Kuarteto de Kuerdos (Jon Mantxi, Loty Negarti, Piji & Brutus),  presentando Songbook 5 el 12 abril 2014 en Etxegabe
, Bilbo. Foto de Felipe Uribarri.



Seguir la carrera de Mattin es una tarea tan mastodóntica que
prácticamente resulta imposible de precisar periodísticamente, ya que
sus trabajos rondan las 80 referencias esparcidas, además, por medio
mundo y en diversos formatos: cedés, cedé-r, vinilos...

«Songbook 5» pertenece a la colección de piezas que llevan por título
genérico «Songbook» y para este quinto volumen Mattin ha querido jugar
con los números, en concreto con el 5 y sus múltiplos, a la vez que
enfrentarse a la improvisación vocal de manera singular, como
acostumbra, y de forma brillante.

De «Songbook 5» se han publicado 555 copias en vinilo, el número de
canciones son 5, las palabras de cada título son 5, los componentes 5,
la duración 25 minutos, 5 minutos para cada canción. La parte
instrumental se graba en un estudio de Melburne por cuatro excelentes
músicos sin miedo a tomar el camino que dicte el ambiente, Van por
libre, pero hay rock.

Días después Mattin ofrece una conferencia sobre la temática del disco.
Él escucha el sonido grabado previamente por auriculares, pero el
público solo le oye a él improvisar vocalmente. Ambas grabaciones se
superponen . Es decir, a la grabación de estudio se le añade la
conferencia improvisada con sus ruidos (cinco invitados de la sala que
dan palmas, menean sillas...) y nace «Songbook 5».

La entrevista que le realizamos a continuación, contiene 5 preguntas y
cada pregunta es de 5 palabras. Este artículo se escribió el día 25.

Mattin nace en Bilbo en 1977 y crece en Getxo. A los 18 años parte hacia
Londres. Allí se relaciona con un grupo de gente que está muy interesada
en la música, el arte y el marxismo. Era gente metida en la revista
«Mute». También existía un circuito de casas ocupadas donde realizaban
conciertos. En ese ambiente conoce a Anthony Iles, con el que
posteriormente edita el libro «Noise & Capitalism» en 2009. Dos años más
tarde «Ruido y capitalismo» se publica en castellano mediante
Arteleku-Audiolab. El libro puede descargarse desde arteleku.net.

Casualmente y respecto al presente relato coincide que Iles, junto con
otros ponentes, estará en Bilbo los días 28, 29 y 30 de noviembre dentro
de un taller coordinado por Mattin y Loty Negarti bajo el título de
«¿Qué hacer bajo la subsunción real?". Para más información, y dada su
densidad, aconsejamos entrar en bulegoa.org. Mattin estudia Bellas Artes
en Londres y prepara el doctorado en la actualidad en la UPV con una
tesis sobre la alienación. «En Londres descubrí el ruido y la
improvisación y de allí tiré hacia lo que a mí me parecía que era lo más
radical, pero al mismo tiempo cerebral, que fue la música por
ordenador», afirma.

De Londres parte hacia Malibú, donde pasa un año. Regresa a Londres en
1998 y reside hasta 2003. Pasa 2004 en Bilbo. Viaja de nuevo a Londres,
después Berlín, Nueva York, Visby y Estocolmo, desde 2011 hasta el
presente, aunque sus estancias en al Villa son constantes. No obstante,
prevé que para enero de 2015 se instale de nuevo en Berlín. «Es la
cuidad en la que más a gusto he estado y su escena musical me parece la
más potente».

Sus primeros contactos con la música fueron grabaciones caseras con
amigos «haciendo bobadas». Posteriormente descubre a los Stooges, la
Velvet Underground, Eskorbuto... y MCD. Y con quince años empieza a
tocar en Inte Domine, grupo de Getxo que seguía la estela de El
Inquilino Comunista y Lord Sicknes.

«A mí me asqueaba Getxo y sabía que tenía que salir de allí. Me acuerdo
de algo que le dijo su madre a David S. Ware: `Go and see the world!
(vete y ve mundo)'. A mí nadie me lo dijo, pero como si me lo hubiesen
dicho. Pocas cosas me han quitado la tontería como viajar. Las
colaboraciones surgen de afinidad con gente que tiene inquietudes
similares», asevera ante el hecho de haber publicado discos en más de
diez países y colaborado con un amplio horizonte de músicos internacionales.

En cuanto a su voracidad creativa y de colaboración apunta que se dedica
a la música y que si en algún momento ve claro que se puede sacar un
disco, pues adelante. «Me parece una manera muy sana de socializar lo
que uno hace, de aprender de las críticas que te llegan, y, al mismo
tiempo, que no se pierda ese material para siempre. En especial si eres
una persona des-organizada y que se mueve mucho, como yo».

Mattin también se posiciona en contra de los derechos de autor. Es un
defensor a ultranza tanto del software libre como de la música sin
restricciones para la copia y divulgación; de hecho, muchos de sus
escritos llevan la firma Anti-Copyright, en ocasiones también
Anti-CCopyright, las dos ces de Creative Commons, ya que tampoco está de
acuerdo con las restricciones que adopta este organismo.





*¿Alguna teoría alrededor del cinco?*

Ha sido una decisión estructural proveniente del número de songbooks que
he realizado. Y la he utilizado para concluir un trabajo diferente. En
este tipo de música, ya sea en la improvisación o en el rock
cochambroso, existe una fetichización de la inmediatez, de pensar que en
el momento podemos expresar algo puro. Este disco critica esa inmediatez
y por eso es un disco con varios procesos de mediación.

*¿Técnica o improvisación valen igual? ¿Son necesarias ambas?*

La improvisación ayuda a pensar que se puede crear algo aunque no tengas
nada de técnica y de paso deshacer maneras establecidas de construir
música. Antes la técnica y la improvisación no estaban tan separadas. Es
con la división de trabajo cuando se empiezan a diferenciar mucho más.
Por ejemplo, antes del piano con el clavecín en el siglo 17 y 18, la
persona que lo afinaba, quien componía y quien la ejecutaba, eran la
misma. Cuando se afinaba se improvisaba mucho y asimismo las
composiciones daban margen a la improvisación, ya que la afinación del
instrumento no era estable. La llegada del piano introdujo un claro
ejemplo de división del trabajo: un instrumento que se afinaba por un
especialista cada x tiempo. También significaba que las composiciones se
podían reproducir de manera más exacta y con esto llega la separación
entre compositor y músico que ejecutaba las composiciones. Es curioso
que hoy en día sea el capitalismo el que nos demanda una improvisación
continua para adaptarnos a las nuevas condiciones constantemente.

*¿El ruido tiene reglas consensuadas?*

No debiera, pero sí que sucede y por eso en estos momentos está de capa
caída.

*¿Por qué esta vez Australia?*

Disembraining (sello y organización cultural australiana) me invitaron a
una gira tratando de responder a la pregunta: ¿Qué no es música? Que a
su vez es una referencia al festival australiano de música experimental
What is music? De hecho, la primera vez que estuve en Australia fue en
ese festival en 2004. Para responder a esta pregunta me propuse trabajar
ciertos temas más conceptuales o teóricos a través de canciones y tratar
de hacer un disco hasta cierto punto desencajado y lo más mediado
posible, como forma de crítica del acercamiento directo y honesto que se
suele tener en las prácticas de la improvisación, o en el punk o en el
rock más lo-fi. Al trabajar de una manera tan mediada también quería
poner en cuestión la perspectiva fenomenológica en relación al sonido, ya
que hace falta un acceso cognitivo para completar la experiencia de la
escucha. Esto es algo que el filósofo Willfrid Sellars también señala:
que el lenguaje es un prerrequisito para la percepción. No accedemos a
la realidad directamente desde la sensación, sino que este acceso está
mediado por nuestra capacidad cognitiva.

*¿Música y texto se improvisan?*

Primero habría que preguntarse qué es la improvisación hoy en día, pero
es difícil de responder. No obstante, en el disco trato esta
problemática. Estamos cultural y biológicamente determinados, lo que
conlleva que una improvisación, como acto voluntario del yo, casi
siempre no sea más que una reproducción de patrones ya establecidos.
Sobre todo hoy en día cuando el capitalismo nos tiene más dominados que
nunca. Tomemos por ejemplo la supuesta improvisación libre. Aquí el
término libre, como ejecución de un acto individualista y oportunista
respecto a una situación concreta (a menudo en un contexto colectivo) no
propone más que representar lo que es la vida hoy en día. El individuo
se expresa tratando de buscar sentido a su existencia en unas
condiciones donde la única libertad es la de consumir y donde es
imposible encontrar un sentido lógico y racional a lo que está pasando.
La cuestión es cómo generar formas de improvisación que tomen en cuenta
nuestras propias determinaciones, y que en vez de tratar de ser
expresiones individuales autoafirmativas sean prácticas sociales que
desenmascaren estas determinaciones y nos ayuden a comprender la
negatividad de nuestros tiempos. La verdadera improvisación sucederá
cuando realmente cambiemos estas deter- minaciones, lo que también
supondría cambiar la realidad. La verdadera improvisación sería la
revolución.